8.10.17

Lo espontáneo cuidadosamente organizado

Entonces sospecho de los de blanco.

Vale, no sospecho de la gente de buena voluntad que se vistió de blanco y sacó su banderita blanca y repitió las consignas que a saber de dónde salieron. Ésos tienen las mejores intenciones y están convencidos de que están participando en una "iniciativa ciudadana" y en un "movimiento espontáneo".

Como el 15M.

Hacia el 15M

Hacia el 7O

El 15M que fue cuidadosamente orquestado por un grupo de activistas bien identificado (lo único que no quedó claro nunca es de dónde salió la pasta) y con objetivos concretos.

Y aún hoy muchos que hicieron camping en Sol, y hasta recibieron cuando la policía fue a dar, siguen creyendo que los logos, las consignas, la fecha, los carteles, los dominios de Internet y todo eso surgieron de la nada, de la indignación popular, de la esencia misma de una ciudadanía herida por una crisis económica de la que no era responsable (nunca lo es, desde la primera crisis económica que se conoce, "El pánico financiero" del año 33 de la Era Común, debida a una burbuja de préstamos sin garantías que le estalló en la cara a Tiberio, para que no crean que el mundo se inventó con Lehman Brothers).

Al paso de los años, los artífices de la "tecnopolítica" que creó el 15M, y Democraciarealya y Juventud sin Futuro y otros membretes (surgidos, oh sorpresa, de la FCPS de la Complutense y de Contrapoder, el grupo de Iglesias, Monedero y Errejón), y luego el Partido X y luego Podemos, han recorrido el mundo orgullosos de su hazaña (ejemplificada estruendosamente en ya casi seis años de rajoyato, que se convertirán fácilmente en 14).

Todos se han colocado, claro que se han colocado. Venían a servir al pueblo y, considerando que ellos no sólo son El Pueblo, sino lo mejor del mismo, lo primero que hicieron fue salvarse ellos: Juventud sin Futuro se disolvió en marzo de este año porque sus jefes, como Rita Maestre, Eduardo Fernández Rubiño, Segundo González, Miguel Ardanuy, Pablo Padilla o Ramón Espinar, ya tenían futuro, sueldo y tranquilidad... y los jóvenes con el futuro averiado a los que se llevaron al baile seguían como estaban --o peor-- que en abril de 2011, cuando se decía, por supuesto, que no tenían líderes, eran un movimiento espontáneo. Y eran apolíticos. Y todo eso.

Al menos alguien se interesó por la muerte de Juventud Sin Futuro.
De la disolución de la Fundación CEPS un año antes aún no informa nadie.

El Partido X fue un fiasco tal que su muerte no fue ni anunciada ni le interesó a nadie. Podemos nació con una teoría que lo iba a llevar al poder en una blitzkrieg tan adornada con luces y sonido que nadie se iba a dar cuenta de que eran los mismos leninistas de siempre, pero el tiempo se le echó encima y su espacio de maniobra se ha ido acortando, así que el gambito nacionalista de parte de la derechona catalana acompañada por la CUP y otros amigos de Podemos se presenta como una excelente oportunidad de recuperar terreno.

Y de pronto, cuando muchos españoles están hartos de banderas de uno y otro bando nacionalista, sale de abajo de una piedra un movimiento... pero no un movimiento por el estado de derecho o contra los nacionalismos, o integrador o propositivo, sino un movimiento de consigna, con un aroma a oportunismo que tira de espaldas porque parece buscar apoderarse de todos los que quedan en medio de los fanáticos nacionalistas de un lado y otro. Y todo con una consigna, una palabra, sin demasiada necesidad de reflexión. Una consigna fácil, sencilla, contundente, breve y con punch publicitario: hablemos, parlemos, parlem, falemos, davayte pogovorim, við skulum tala, lass uns reden, let's talk...

Hablemos... ¿quiénes con quiénes?, ¿de qué?, ¿bajo qué principios? Nadie puede estar contra el diálogo, ¿verdad? Hablemos, venga, hablemos todos, agita la banderita de la no banderita. Pero el diálogo en abstracto, sin interlocutores, sin temática, sin reglas, sin objetivos, sin acuerdo de mínimos es un concepto vacío, que igual significa impunidad para un delincuente que un intercambio de monólogos o un silencio compartido. ¿Hablemos? ¿Qué significa? Nada y todo, a gusto del que mañana lo interprete desde algún templete con algún micrófono y el logotipo de su partido como fondo de pantalla; como estar "indignados" o "podemos", o "democracia real ya" que hasta hoy nadie nos ha explicado qué coños es, con qué se come y cómo la vamos a identificar si un día nos la cruzamos por la calle.

eldiario.es a lo suyo

¿Hablemos?

Hablemos.

Mi primera aportación al diálogo: sospecho de los que armaron el tema de los de blanco, y sospecho mucho que no vienewn a buscar soluciones, sino a arrimar al ascua su sardina... como siempre han hecho, desde muchos años antes de ser conocidos. Listos para reinar sobre las ruinas que puedan provocar en el proceso. Hágase la revolución y que los que salgan a la calle y reciban cuando haya reparto de ostias sean ellos, que nosotros no llevamos más que gloria y seguridad financiera.

Hablemos. ¿Alguien me habla de dónde salió la iniciativa y quiénes están detrás? Gracias.

(Willi Münzenberg estaría orgulloso.)